La histórica regata que une estas dos localidades vuelve este fin de semana con alrededor de 35 barcos que participarán en una de las pruebas clásicas de la temporada de vela en el Cantábrico.
En esta parte final del verano vuelve la histórica Copa Castro, la regata que une la localidad vizcaína de Getxo con la cántabra de Castro Urdiales. Retorna este fin de semana y cumple 112 años con cerca de 35 veleros participantes que afrontarán dos pruebas en una de las competiciones clásicas de la vela en el mar Cantábrico. Gran parte de los barcos más destacados de las flotas vizcaína y cántabra estarán en la salida de una regata en la que las embarcaciones se dividen en las clases Crucero, J80 y First Class 8. Todos ellos en busca de la preciosa Copa Castro en un campeonato a vela que se gestó allá por el lejano 1907 y cuyo trofeo es uno de los más deseados por las tripulaciones en esta parte del calendario de 2019.
La Copa Castro está organizada por el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club y por el Real Club Náutico de Castro Urdiales, bajo los auspicios de la Real Federación Española de Vela. Las dos regatas puntuables son en un recorrido en línea entre Getxo y Castro (de 16 a 18 millas este sábado 7 de septiembre), mientras la segunda, el domingo día 8, será ya una regata técnica con un triángulo olímpico en aguas de Castro Urdiales de aproximadamente de 12 millas. El cómputo de las dos jornadas decidirá al ganador de esta prueba con tanta solera. El ‘Yamamay’ es el que más veces ha conseguido la victoria tras haberse impuesto en trece ocasiones. Este año, el ‘Maitena’, ‘Akelarre’, ‘Despeinada’, ‘Rat Pack’, ‘Tchin Tchin’, ‘Gaitero’, ‘Inzenhabit’, ‘Modark’, ‘Free Spirit’, ‘Kenex V’, ‘Go Blue’, ‘Mingus’ o ‘Kantarepe Iru’ aparecen entre los aspirantes. El ‘Biobizz’ de José Azqueta, quinto en el pasado Mundial de la Clase J80, está en la lista de inscritos en esta clase junto al ‘Mandovi’, ‘Freus’, ‘Vissi’, ‘Jargo’ o ‘Katxoka’. El horario previsto de salida de ambas pruebas es a las 13.00 horas.
La Copa Castro está siempre expuesta en el club ganador de la última edición: el Real Club Náutico de Castro Urdiales si el vencedor es un barco cántabro; y en el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club si el que se impone es un barco vasco. Este año el trofeo ha presidido el club cántabro tras la nueva victoria del ‘Yamamay’ de Javier Gallo en la pasada edición de 2018. La tripulación cántabra sabe muy bien lo que es levantar el hermoso y clásico trofeo que recibe el triunfador de una prueba que data de hace 112 años. La tripulación del Real Club Marítimo de Santander recibió la hermosa Copa en la entrega de premios tras aventajar en la general final al ‘Kenex V’ de Ignacio Giménez y al ‘Gaitero’ de Juan Valdivia, que completaron el podio por delante del ‘Despeinada’ de Carlos Maidagan, del ‘Akelarre’ de Mauricio Guibert y del ‘Maitena’ de Mikel Emaldi. El barco santanderino fue el mejor en la clase A, como lo fue el ‘Kenex V’ de Laredo en la B, y los vizcaínos del ‘Ramper’ de Jairo López de Guevara en la clase C y del ‘Mandovi’ de Ramón Zubiaga entre los monotipos J80. Mientras, el ‘Taramay’ castreño de Roberto Llano venció en First Class 8 y el ‘Blau’ de Alejandro Ramos en la clase Open.
La Copa Castro es un caso único en la vela española, ya que se trata de un trofeo donado por todo un pueblo -Castro Urdiales- y adquirido por suscripción popular entre sus vecinos. Realizado en plata maciza, no ha quedado constancia del precio pagado a principios del siglo pasado, aunque la belleza de sus formas ha sido destacada a lo largo de los años por quienes la han podido conquistar.
La desaparición del trofeo, en 1973, durante el incendio de la sede del Real Club Marítimo del Abra, pareció marcar el definitivo final de esta regata que ha superado con creces el centenario. Pero la iniciativa de algunos responsables del Real Club Náutico de Castro Urdiales y del R.C.M.A.-R.S.C. permitió recuperarla. En primer lugar fue la regata, que volvió a disputarse a principios de la década de los años noventa. Después, fue el propio trofeo, del que en 1999 se realizó una réplica idéntica a la donada por el pueblo de Castro en 1908.
Esta Copa está siempre expuesta en uno de los clubes organizadores. Si es ganada por un velero cántabro, en el Real Club Náutico de Castro Urdiales; y si es ganada por un barco vasco, en el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club. En esta nueva época de la Copa Castro, el trofeo no podrá ser ganado en propiedad.
Un mes antes de cada edición, la Copa es cedida por el Club que la ha tenido durante todo el año a la otra entidad, para que durante ese periodo sea expuesta en sus vitrinas. El valor de la nueva Copa Castro, reproducción idéntica de la original, es aproximadamente de 6.000 euros.
La Copa Castro es una de las competiciones a vela más antiguas de las que se disputan en España y figura como la primera regata crucero (en travesía) organizada por un club de vela español. Fue creada por el Real Sporting Club en 1907 con un recorrido que discurría entre los puertos de Getxo y Castro Urdiales. La primera edición fue convocada para el 4 de septiembre de ese mismo año, aunque hubo que suspenderla por imposición de la Comandancia de Marina debido a un aviso de temporal. La regata se disputó finalmente unos días más tarde, sin que quedara constancia para la posteridad el nombre del primer ganador.
Paradójicamente, esta primera edición es anterior a la creación de la Copa, que fue donada un año más tarde por el pueblo de Castro. Su coste se sufragó por suscripción popular. Según relata Juan Manuel Zubiría en su libro del Real Sporting Club: “Es un pedazo de plata impresionante, un trofeo muy de la época”. El trofeo representa a un marinero sosteniendo una boya en lo alto.
La importancia de la regata en sus primeros años quedó reflejada en la participación de honor que tuvo su en segunda edición disputada en 1908. La Familia Real, con Alfonso XIII a la cabeza, tomó parte en la misma -no fue su última presencia en esta regata-, y tuvo una cariñosa recepción en el pueblo de Castro. Como muestra de ello, el Príncipe de Asturias y el Infante Don Jaime fueron nombrados ese año Socios de Honor. La primera edición en la que hay constancia del ganador fue en 1909. Se impuso el velero ‘Slec’, del Real Club de Regatas de Santander, y propiedad del Marqués de Comillas.
Con tantos años de historia, la Copa Castro acumula innumerables vicisitudes y suspensiones. Entre estas últimas se encuentran las lógicas impuestas por las distintas guerras, aunque destacan las obligadas por las sucesivas desapariciones que ha soportado el trofeo. La primera llegó a raíz de la Guerra Civil. Tras la contienda, los responsables del Club dieron por perdida la Copa, que desapareció del lugar donde había sido guardada. Tan misteriosamente como desapareció, volvió a aparecer en los años sesenta durante una limpieza rutinaria de las bodegas del Sporting Club. En 1973, el preciado trofeo desapareció nuevamente durante el incendio del Real Club Marítimo del Abra y aún sigue en paradero desconocido. Debido a ello, la que se otorga en la actualidad es una réplica de aquella, donada nuevamente por el pueblo de Castro Urdiales representado por su Ayuntamiento.
Al ser un trofeo al que solo pueden optar los dos Clubes propietarios y organizadores del trofeo, éste siempre estará expuesto en el club ganador de la última edición: el Real Club Náutico de Castro Urdiales si el ganador es un barco cántabro como ha ocurrido de nuevo este año; y en el Real Club Marítimo del Abra y Real Sporting Club si el ganador es un barco vasco.
Dpto. Prensa R.C.M.A.-R.S.C.
5 de septiembre de 2019